31 diciembre 2012

Praia da Pipa

Praia da Pipa es una increíble playa cerca de Natal donde pasamos unos días bronceándonos, tomando agua de coco y comiendo unas deliciosas crepes de tapioca.

Las playas son bellisimas, la principal queda justo en frente del pueblo es deliciosa, con una duna en el medio y una piscina natural que se forma cuando la marea esta baja gracias a la duna. 














Las otras playas, a 15 minutos a pie de la principal, son también preciosas, con olas enormes o lugares tranquilos para bañarse tranquilamente.

Y como se lo pueden imaginar, esas enormes olas hacen de Pipa uno de los spots de surf mas conocido del Noreste brasilero. Laszlo y yo no perdimos la oportunidad para alquilar unas tablas (Laszlo de surf, yo de bodyboard) y probar nuestra suerte con las olas de Pipa. 




De la hora de alquiler pasamos una buena parte dentro de la "lavadora", atrapados y revolcados por las olas. Terminamos muertos, bronceados pero contentos... y nada que no se pueda olvidar con un buen coco "geladihno"



Disfrutamos muchisimo de nuestros días en Pipa y de su ambiente tranquilo, en los que nos hubiera gustado quedarnos un poco mas. Pero nuestras visas en Brasil no son eternas y tenemos todavía mil cosas por visitar!



28 diciembre 2012

Natal y su Carnatal

Después de muchos intentos el sueño se hizo realidad... conseguimos una persona en couchsurfing dispuesto a recibirnos! yujuuuu! pudimos por fin dejar de preguntarnos si nuestra foto de perfil o nuestros hobbies en la página de couchsurfing nos hacía pasar por psicópatas :)

Nos fuimos de Jeri hacia Natal, capital del estado Rio Grande do Norte y ciudad natal de nuestro huésped Luciano, un chico de  34 años abogado que trabaja en el Tribunal de Trabajo de Natal.


Pasamos unos días fenomenales con Luciano donde pudimos:

- Visitar Natal: su centro histórico, su playa.









- Almorzar comida potiguar con su hermosa y super simpática familia. Potiguar significa "que come camarón" y se utiliza para designar la región de natal y sus habitantes, ya que gran parte de la comida típica es a base de camarón.

- Y vivir de lleno el Carnatal: el Carnatal es el carnaval fuera de temporada mas grande de Brasil, en lugar de un desfile de escuelas de samba como en Río, es un desfile de "tríos eléctricos", unos camiones inmensos con bandas en vivo en el tope y cornetas inmensas a los lados. Estos tríos animan un "bloco", conformado por personas que pagando una entrada tiene derecho a una camiseta distintiva y a caminar al lado del camión durante todo el recorrido. El ambiente es bien particular, gente bailando como locos, algunos hasta disfrazados y música por todos lados.



Todo esto viene acompañado evidentemente de una cantidad de alcohol impresionante y ya para el momento en que nosotros llegamos (el domingo a las 10 pm, ultimo día de Carnatal) la gente estaba "bien animada" (o quizás demasiado animada).



Alrededor de cada trio una cuerda gruesa es llevada por los cordeiros, que se encargan de delimitar el área para el bloco y cuidar que nadie que no tenga la franela y pertenezca al bloco entre a ésta área. Pero hacerlo no es tarea fácil con toda esa gente "animada", así que aprovechamos el desorden y nos metimos dentro de un bloco! una locura!



Todo esto lo disfrutamos en compañía de Luciano y sus dos amigos, João et Adysson. 



El ultimo bloco que vimos se llamaba Graffiti y los amigos de Luciano nos advirtieron que era un bloco cuyos fans eran un poco "fieras enfurecidas" y en efecto, cuando paso delante de nosotros, tres veces los vimos dispersarse como locos como si hubieran lanzado bombas lacrimógenas, ahi fue cuando decidimos regresar a casa de Luciano

- Prepararle una cena que no quedó como esperábamos pero que él muy amablemente comió ;)



Mil gracias Luciano por todo! nos vemos pronto en Curitiba :)

22 diciembre 2012

Jericoacoara... o "just Jeri"

Ir a Jericoacoara desde Barreirinhas no es tarea fácil, ya que no existe una ruta asfaltada directa. El viaje se divide en 6 etapas: un primer trayecto en 4x4 hasta Paulino Neves, 45 minutos de espera y luego otro 4x4 hasta Tutoia, de ahí un bus hacia Parnaiba, luego otro bus hasta Camocin, un ultimo bus hasta Jijoca de Jericoacoara y finalmente un ultimo jeep 4x4 hasta Jericoacora! 





El trayecto lo hicimos en dos días con una parada en Parnaiba donde pasamos la noche en una posada. Al día siguiente nos paso lo peor que puede pasarle a un mochilero en pleno viaje: nuestras tarjetas de crédito no servían en ninguno de los 3 cajeros del terminal de Parnaiba... aun teníamos algo de dinero, así que decidimos seguir el viaje y tratar en Camocin, salvo que ahí tampoco funcionaban... Llegamos a Jericoacoara, una playa bellísima pero sin cajeros automáticos, con poco dinero y con la certeza de que nos habían bloqueado las tarjetas. 

Al día siguiente logramos contactar a la gente de Visa que nos informaron que en efecto, nuestras tarjetas habían sido bloqueadas por el Servicio Anti-fraude y por ello dejaron de funcionar de un día para otro. 

Una vez "superado" el problema de las tarjetas nos dispusimos por completo a aprovechar de este lugar tan bello y autentico.
Jeri, como lo dicen sus amigos, es antes que nada el paraíso del windsurf y el kitesurf. Con unos vientos super fuertes tanto de día como de tarde, los amantes de estos deportes se dan banquete y la playa pasa el día coloreada entre velas y papagayos. 

el momento windsurf del día

Cero asfalto! en Jeri todas las calles son de arena

en el pequeño restaurante que se convirtió en nuestro comedor al mediodía

El jardín de la posada desde nuestra hamaca 
Otras de las particularidades de Jeri es una especie de rito diario al amanecer. Cada tarde, turistas y locales se van a admirar el atardecer a la "Duna du por do sol" o "Duna de la puesta del sol". Esta inmensa duna al este de Jeri es el lugar perfecto para admirar los diferentes colores del atardecer, los últimos valientes deportistas que se aventuran con su kite y los que se atreven a hacer un poco de sandboard en la duna. 







Apenas oscurece, un grupo de capoeira forma una rueda en mitad de la playa y nos sorprenden con sus pasos y saltos mientras que sobre la calle principal se instalan vendedores de comida, de artesanía y unos bartenders con sus stands para preparar caipirinhas de frutas eróticas y cualquier trago que se ha inventado en este mundo.



Cera de Jeri existen también unas lagunas de agua cristalina en medio de un conjunto de dunas de arena blanca, que visitamos con dos americanas, Jane y Jen, ambas músicos que se encontraban en Jeri para tocar y tomar clases durante el festival de Jazz y Choro (otro evento que tuvimos el placer de disfrutar durante nuestra estadia en Jeri)> Vistamos la Lagoa Paraiso y la Lagoa Azul, ambas bellisimas.

nuestro conductor de buggy







Hicimos también una caminata entre las dunas para llegar a la famosa "Pedra Furada", no muy impresionante en sí pero las vistas desde las dunas y el bronceado que agarramos bajo el sol inclemente al mediodía hicieron que valiera la pena.







Una parte de nuestra estadía la pasamos en compañía de George, un checo-francés bisutero, que viene una vez al año a Brasil a montar una linea de producción de joyas y a extraer en unas canteras que sólo él conoce una piedra que permite a las aduanas en Francia hacer los tests de autenticidad de las joyas de oro. Original no? 


A pesar de nuestros problemas financieros (que no se resolvieron durante nuestra estadía) pasamos unos días divinos, disfrutando de una deliciosa posada y del ambiente tan particular de Jeri.