Luego de los días intensos de caminata en el Parque de los Glaciares nos fuimos hacia la región de los Lagos en Argentina, atravesando la famosa Ruta 40.
Nuestra primera parada fue en un pueblo llamado el Bolsón, que según nuestra guia tiene la reputación de ser el paraíso de los hippies, con sus chacras orgánicas y su población "open minded". El concepto nos pareció interesante y además habían unas cuantas caminatas por hacer en los alrededores.
Nuestra primera parada fue en un pueblo llamado el Bolsón, que según nuestra guia tiene la reputación de ser el paraíso de los hippies, con sus chacras orgánicas y su población "open minded". El concepto nos pareció interesante y además habían unas cuantas caminatas por hacer en los alrededores.
Llegamos de noche y nos instalamos en un hostel en una habitación doble para poder dar un descanso a nuestras pobres espaldas después de tantos días durmiendo en sleeping bag en la carpa. Después de una larga noche de descanso nos dispusimos a ir a descubrir la feria artesanal con productos locales y artesanías manuales.
La feria resulto ser un mini mercado de San Telmo, con productos caros y típicamente turísticos. No vimos ningún vendedor con productos agrícolas locales y lo único que logramos llevarnos fue un queso de cabra artesanal.
La visita a la oficina de turismo nos permitió ver cuales eran las caminatas cercanas: unas 3 podían hacerse durante el día y las otras estaban previstas para pasar al menos una noche en un refugio de altura.
El único problema fue que nos llovió durante tres días seguidos así que durante esos dias lo que hicimos fue descansar.
El 3er día llego al hostel un señor australiano muy simpático llamado Kym. Como parecíamos ser los únicos que hablábamos inglés en el hostel (definitivamente Kym no era muy exigente) hicimos inmediatamente amistad.
Ese día, aun si un poco nublado, aprovechamos para ir de paseo por el Bolsón con Kym y otros chicos argentinos del hostel. Fuimos hasta el Lago Puelo donde pudimos hacer unas caminatas cortas en un bosque con troncos tallados y pintados.
Al día siguiente habían previsto buen tiempo, así que nos pusimos de acuerdo con Kym para ir a hacer las caminatas que no pudimos hacer durante los 3 primeros días. Comenzamos la caminata en las orillas del Río Negro, en la búsqueda de un pozo llamado Paraíso que nunca encontramos. El paseo igual fue espectacular y el azul del agua y del cielo nos permitieron de disfrutarla.
Luego bajamos hacia la Cascada Escondida, un lugar también super lindo.
Como estábamos un poco cortos de tiempo para nuestro bus hacia Bariloche nos atrevimos a pedir cola (o hacer dedo) a un pareja de argentinos que se encontraban en la cascada. Gente encantadora de la región de Entre Ríos que se encontraban de vacaciones por la zona.
En un día logramos mejorar la imagen que teníamos del Bolsón! Logramos tomar nuestro bus a tiempo y nos despedimos furtivamente de Kym con la promesa de vernos de nuevo en Pucón en unos días.
En Bariloche tuvimos una suerte increíble, el tiempo estuvo fantástico y además nos quedamos en un hostel con gente super simpática, cada noche la cena era un momento de intercambio con gente de todas partes.
Aprovechamos el buen tiempo para visitar el Circuito Chico, un recorrido alrededor de cerros y lagos a 20 km de Bariloche.
Existen buses que te llevan a varios puntos del circuito pero ninguna linea de bus permite hacer la vuelta entera, así que las tres opciones posibles son hacerlo en carro (que no tenemos), alquilar una bici (que no nos encanta) o hacer una parte en bus y otra a pie (evidentemente lo que hicimos)
Caminamos bastante ese día, unos 15 km a pie, pero los paisajes hicieron que valiera la pena.
Al final del recorrido subimos por un sendero bien empinado hacia el Cerro Campanario, desde donde nos dijeron que la vista era increíble... y tenían razón.
Al día siguiente aprovechamos para descansar y disfrutar de Bariloche bajo el sol, que a pesar de ser una ciudad muy turística, tiene un cierto encanto con su hermoso lago y cerros.
De Bariloche tomamos un bus por la famosa Ruta de los Siete Lagos hacia San Martín de los Andes, pueblo cercano a la frontera con Chile desde donde viajaríamos hacia Pucón. Como hicimos la ruta con un bus de linea este no se paro en los miradores y no pudimos hacer miles de fotos de los hermosos lagos pero al menos pudimos ver gran parte de ellos y disfrutar del paisaje.