Desde la primera ciudad casi lo único que se puede hacer es la visita al Perito Moreno. Así que de los dos días que pasamos ahí uno lo dedicamos a descansar. Pero lo hicimos en compañía de Anne-Laure y sus amigos, que ya habíamos cruzado en Buenos Aires y que encontramos de nuevo allí. Pasamos una tarde tranquila al borde del lago y luego cenamos juntos en su hostel. Super simpático
Al día siguiente tuvimos la oportunidad de admirar el Perito Moreno en un día soleado y esto ha sido uno de los espectáculos mas impresionantes que hayamos visto hasta ahora.
A partir de un sistema de pasarelas su puede observar a ambos lados de este inmenso glaciar los "pequeños pedazos" que van cayendo en el lago donde termina su camino.
El glaciar tiene un espesor entre los 40 y 60 metros, lo que es el equivalente a un edificio de 20 pisos que se va cayendo a pedazos regularmente (tuvimos la suerte de ver caer unos 15 trozos de glaciar en las 4 horas que estuvimos ahí). El ruido del hielo que se agrieta y luego cae en el lago es ensordecedor. Y las sensaciones, increíbles: primero la espera frente a la paleta de blancos y azules profundos del glaciar, luego el ruido del los primeros pedacitos de glaciar que se despegan y caen al lago y finalmente, de un golpe, un ruido mucho más violento que acompaña el espectáculo de esta inmensa masa de hielo que se desprende y se hunde. Fascinante!
La visita la comenzamos por un tour en barco para poder acercarse a 200 metros del glaciar. No cambia mucho de la vista de las pasarelas pero nos pareció igual muy divertido.
En el camino de regreso en el barco vimos caer un primer pedazo de glaciar al agua y yo logré ser lo suficientemente rápida como para tomarle unas lindas fotos.
Desde las pasarelas, gracias al efecto del sol mientras avanzaba el día, vimos este espectáculo multiplicarse.
Al cabo de 4 horas de visita, se nos hizo difícil irnos. Creo que Laszlo hubiera podido pasar una semana entera viendo el glaciar sin fastidiarse.
Después de una noche en la que yo caí del cansancio y Laszlo fue a tomar con Anne-Laure y sus amigos; nos fuimos hacia el otro punto de entrada al parque: El Chalten. Es un pueblito que fue construido de la nada en 1985 por el gobierno argentino para reclamar su soberanía sobre esta región que era muy disputada con Chile. Es el pequeño paraíso de las caminatas de un día.
A nuestra llegada, la previsión del tiempo nos daba 3 días y medio de buen clima antes de que la lluvia llegara de nuevo a nuestro camino. Así que decidimos hacer un programa intensivo de caminatas para poder visitar todo lo que teníamos en mente:
- una primera caminata la noche de nuestra llegada para ir a ver una cascada simpática cercana al pueblo.
- 5 horas de caminata al día siguiente para ir hasta un mirador con una vista espectacular de la región. Es el único mirador que permite ver todos los cerros y picos: el Fitz Roy, el Cerro Torre, el Poincenot, entre otros.
- Un tour con crampones sobre el glaciar Viedma, el glaciar mas grande de todo el parque. Una pequeña locura para nuestro presupuesto pero sobre todo una experiencia que vale la pena. Aprendimos bastantes cosas interesantes sobre los glaciares, su formación, su evolución (hoy en día todos, con la excepción del Perito Moreno, están retrocediendo), la erosión de la roca bajo su peso que libera una especie de polvo en los lagos y que les da ese color especifico de azul lechoso y finalmente la pureza del hielo que pudimos probar personalmente en un vasito de Baileys.
la vista desde el barco |
caminando hasta el glaciar |
los crampones y los pantalones dentro de las medias, super a la moda! |
- Y finalmente una caminata de 5 horas (también intensas para evitar que las nubes previstas para la tarde nos dañaran la vista) para ir hasta el pie del Fitz Roy. Super bello.
Al cabo de esos 3 días estábamos de verdad muertos. Hay que decir que para agregar a todas estas caminatas nos quedamos a dormir en el camping bajo la carpa y que las noches eran bastante frías Pero al día siguiente, como previsto, llego la lluvia así que este programa intensivo valió absolutamente la pena.
Luego nos ofrecimos dos días de descanso en bus por la ruta 40 hasta la Región de Lagos, que podrán disfrutar en nuestro próximo post.
Salud! |
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