El Cañon del Colca

Tras dos intentos fallidos de trek que debieron ser anulados por razones de salud, por fin nos fuimos de trek a descubrir el Cañón del Colca. El Cañón del Colca es el segundo cañón mas grande del mundo y es equivalente a dos veces el Gran Cañón de los EEUU.

Como para todo trek en America Latina tienes dos opciones, o hacerlo en un tour organizado o armarte de valor y hacerlo por tus propios medios. Nosotros decidimos evidentemente ahorrarnos un dinerillo y hacer un llamado a nuestro espíritu de aventureros de la montaña.

Así que dejamos la mitad de nuestros bolsos en nuestro hostel en Arequipa y tomamos nuestro bus en dirección a Cabanaconde, el punto de partida del trek. Los paisajes son maravillosos

Teóricamente, debíamos pagar un boleto de entrada de 70 soles (mas de 20€!!) en una de las paradas que el bus haría a la entrada del cañón. Cuando llegamos al pueblo, unas pocas personas bajaron del bus e inmediatamente el triple entro a buscar cualquier espacio posible en el bus, sentados o en el pasillo! las señoritas que vendían la entrada como que nos nos vieron o nos confundieron con locales porque no llegaron a vendernos el famoso boleto!

Llegamos a las 14h al punto de inicio del trek, un poco tarde si tomamos en cuenta de que teníamos 4 horas de caminata por delante y que en Peru oscurece como a las 6pm cada día, pero igual decidimos ir hasta la primera etapa del trek, San Juan de Chuccho.
Los mas de 1000m de desnivel y nuestra falta de entrenamiento se hicieron sentir, a Cristina le temblaban las piernas lo que hacia difícil tener precisión en las pisadas, pero con todo y eso llegamos antes que cayera la noche a nuestro primer hostal, donde un grupo de turistas que viajaban en grupo organizado ya estaban instalados.

la vista desde nuestro albergue

Después de una cena vegetariana preparada por nuestra huésped, nos fuimos a dormir bien temprano como a las 8 pm, entre el cansancio y la ausencia de electricidad, no teníamos muchas ganas de andar durmiendo tarde.

Al día siguiente, nuestros amigos del tour iban hacia el Oasis, un lugar paradisiaco en medio del cañón que logramos ver durante nuestro descenso que cuenta con hoteles con piscinas llenas de agua natural. Nosotros decidimos tomar otro camino para ir hacia Llaguar, un lugar menos turístico con aguas termales. El Oasis lo haríamos al día siguiente para luego hacer el ascenso hasta Cabanaconde. En el primer pueblito que cruzamos una señora nos vendió esta fruta, proveniente de un cactus, con aspecto de kiwi y bien amargo.

A lo largo del camino, los paisajes eran geniales.

El único mapa con el que contábamos era una propaganda de un hostel en Cabanaconde que nuestro vecino de bus nos había dado, en otras palabras un croquis no muy preciso de los caminos disponibles, no nos quedaba otra opción que ir preguntando el camino en cada pueblo que cruzábamos.

Pero llegó un momento donde dudamos sobre la ruta a tomar y finalmente cuando nos cruzamos con alguien nos confirmaron nuestras sospechas, estábamos camino al Oasis y la ruta hacia Llaguar estaba a 300m de desnivel positivo... lamentablemente mis piernas no me daban para hacer ese desnivel... decidimos entonces ir hacia el Oasis, donde nos cruzaríamos con los chicos simpáticos del grupo que habíamos conocido el día anterior y podríamos relajarnos en la piscina.

el Oasis: un verdadero paraiso en medio del cañón

nuestra fabulosa piscina

Después de una tarde bajo el sol, un partido de fútbol para Laszlo y una cena en nuestro hostel, estábamos de nuevo listos para ir a dormir a las 9 pm.

El siguiente día teníamos dos opciones, o ir hacia Llaguar, lo que significaba 7 horas de marcha, o regresarnos a Cabanaconde y tomar el primer bus que consiguiéramos hacia Arequipa. Nos fuimos por la 2da opción. Los 1200m de desnivel no estuvieron nada fácil! pero logramos llegar a Cabanaconde antes de la 1pm, almorzar unas buenas hamburguesas y tomar un bus a las 2pm para regresar a Arequipa :)

la ruta que ven atrás... es la ruta a Llaguar

Durante todo el camino íbamos un poquito asustados de que nos fueran a pedir el famoso boleto turístico, pero definitivamente la suerte estaba de nuestro lado!

 Regresamos a Arequipa en la noche a preparar nuestra siguiente etapa: el Valle de los Volcanes y los petroglifos de Toro Muerto