08 enero 2013

Praia do Forte

En el norte de Brasil nos tomamos nuestro tiempo, así que en Recife comenzamos a decirnos que debíamos acelerar un poco nuestro ritmo. Decidimos entonces de ir directamente hasta Salvador de Bahía, lo que serían 17 horas de bus. Desde la casa de Nicole hasta el terminal de buses estábamos un poco estresados con miedo a llegar tarde y perder nuestro bus ya que normalmente los buses salen puntualmente en Brasil. Finalmente nosotros llegamos a tiempo... pero nuestro bus no.

En realidad no salía de Recife sino que venía de mas lejos y hacía una parada ahí para montar mas gente y al final llegó con 4 horas de retraso. Luego fue perdiendo aún mas tiempo durante el trayecto (tipo regresar a una ciudad a la que habíamos pasado una hora antes para buscar un pasajero...) y eso hizo que la gente comenzara a molestarse de verdad y gritar en el bus, sobre todo porque una parte de los pasajeros habían empezado el trayecto mas temprano e iban mas allá de Salvador. Los reclamos no hicieron que el bus fuera mas rápido pero si nos impidió dormir bien.

En conclusión, llegamos a Salvador a las 12h30 en vez de las 6 am, muertos de cansancio. Habíamos decidido de ir directamente a la Chapada Diamantina (un parque nacional en el interior del país) pero ya no habían puestos libres en los buses que llegaban en horarios decentes (para no tener que conseguir un hostel en plena noche) y además hacer de nuevo 7 horas de bus nos pareció un poco inhumano. Decidimos entonces ir mas temprano de lo planificado a la Praia do Forte a apenas 2 horas de Salvador.

Es un poco como la playa chic cerca de Salvador. 
Eso tiene sus buenos lados: 

- bellas playas de agua translúcida.





- una reserva de protección de tortugas marinas con unos espécimenes impresionantes - pudimos incluso asistir a la liberación de unos bebés tortugas en la playa para que regresaran al mar (un espectáculo increíble pero ya no teníamos batería en la cámara, demasiado chimbo)









Pero también tiene sus malos lados:

- ambiente un poco pretencioso con mujeres caminando en tacones en las calles de piedras y restaurantes super caros.

- el centro de protección de tortuga toma un aire de Disneyland con lanzamiento de comida a las tortugas para los niños y un gentío incontrolable durante la liberación de los bebés tortugas en la playa.


Hay que decir que ya llegamos a la temporada crítica del año: las vacaciones escolares de Brasil comienzan a partir del fin de semana de navidad. Las dos primeras noches eran todavía días de semana y logramos tener un hotel barato. Pero para la noche del viernes ya el precio de la habitación era el doble...

Tuvimos que pasar la ultima noche en un dormitorio del HI local que ya es bastante caro pero que tiene la ventaja de incluir la entrada gratuita al "SalvadorTortugaLand". Problema: este enorme HI (que traduce Hostel International - una cadena de hostels para mochileros) lleno de dormitorios no ofrece ninguno mixto. Pensamos que no era tan grave si era solo por una noche.

A las 9 de la noche eramos los únicos huéspedes de nuestros dormitorios. Así que pensamos que quizás podíamos dormir en el mismo y le preguntamos gentilmente al recepcionista. Y ahí sorpresa, el tipo super obtuso nos dice que no es posible y que esta incluso prohibido. Sensación desagradable de ser tratados como muchachitos en un campamento vacacional... pero la cosa no se acaba ahí: yo entré en el cuarto de Laszlo para agarrar el shampoo y el jabón y poder ducharme y al salir el mismo tipo me estaba esperando en la puerta para decirme que yo no tenía derecho a estar ahí y que saliera inmediatamente. Ahí ya nos pareció ridícula la situación y estábamos verdaderamente molestos frente a tanta estupidez. Al día siguiente nos fuimos bravos y con un gusto amargo de este hostel HI.

Pero bueno, Praia do Forte sigue siendo un lugar simpático pero fue ahí donde nos dimos cuentas que las vacaciones brasileñas no nos iban a facilitar nuestro viaje. Así que comenzamos a planificar el resto de nuestro tiempo en Brasil por anticipado a lo que no estábamos acostumbrados. 

Y menos mal que lo hicimos así porque nos dimos cuenta que la cosa de verdad iba a ser bien complicada: para el fin de año todos los hostels de la costa brasileña proponen unos "paquetes" de 4 o 5 días con precios que son 4 a 5 veces el precio normal! Esto nos obligó a cambiar nuestro programa inicial (pasar año nuevo a la Chapada) y a reservar nuestros hostels para las 3 semanas siguientes. Perdimos un poco la flexibilidad que teníamos al inicio del viaje :( 


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