08 noviembre 2012

Del otro lado de los Andes...

Luego de dos meses subiendo por los Andes nos toca ahora lanzarnos a la travesía del continente de oeste a este: del Pacífico hacia el Atlántico atravesando la Amazonía.

Y esto comienza pasando al otro lado de los Andes, atravesando esta frontera natural formidable que te da la sensación de pasar a otro mundo. Tomamos un autobús de noche desde Chiclayo y al despertarnos en Tarapoto el paisaje no tenía nada que ver con el que vimos durante los últimos dos meses. Cambiamos el frío por el calor casi insoportable de la Amazonía, después de ponernos crema para proteger (sin éxito) nuestros labios del aire seco ahora estamos en una humedad increíble; atrás dejamos los paisajes desérticos para dar paso a una naturaleza exhuberante llena de colores, olores y sonidos; y sobre todo cambiamos las altas montañas con nieve por una llanura interminable.

Y la adaptación a este nuevo clima debe hacerse con varios días tranquilos sin mucha actividad. Decidimos pasar esos días en el fundo Yacuruna, propiedad de una pareja belgo-peruana, no muy lejos de Yurimaguas (pequeño puerto sobre el Amazonas a partir del cual comenzaremos nuestro descenso por el Amazonas). Descubrimos este lugar un poco por casualidad en un foro de viajes llamado voyageforum.com. 



Phillipe es un belga que vivió una vida llena de experiencias: trabajó en un banco en Bruselas y luego creó su propia empresa de caza talentos para las grandes empresas europeas pero además de esto creó también una ONG para ayudar a la población tibetana exiliada en Nepal, fue profesor y traductor de tibetano y cónsul de Ecuador en Bélgica. Hace 6 años vendió todo en Bruselas y se vino a vivir en una región bastante apartada en la Amazonía peruana (la ruta que une Tarapoto y Yurimaguas solo tiene 3 años de inaugurada, antes el trayecto tomaba 2 días, casi el mismo tiempo que ir de Yurimaguas a Iquitos en barco por el Amazonas). Compró un gran terreno compuesto en gran parte por selva secundaria al borde de un pueblito y mandó a construir una enorme y cómoda casa siguiendo las técnicas locales (paredes con tablas de madera y el techo de hojas de palma trenzadas).


el frente de la casa

Ahí creó una ONG para mejorar la escuela del pueblo que carecía de infraestructura y recursos y a la que sólo una pequeña parte de los niños del pueblo asistían por falta de insumos y uniformes. Es así como conoce a Irene, con quien vive ahora en el fundo al igual que los 4 adorable hijos de Irene. 



Con la llegada de la carretera y de la electricidad ellos se dijeron que la región podía atraer a los turistas amantes de la naturaleza y decidieron construir unos bungalows en su terreno. Desde entonces, reciben de vez en cuando varios turistas por algunos días (según el libro de visitas los últimos turistas antes que nosotros los habían visitado hace dos meses).




Así que aprovechamos estos días para: 

- pasearnos en la selva alrededor del terreno


esta bella ranita posee en su espalda un veneno 
capaz de matar a 3 personas, solo tocándola.



- hacer varias comidas en familia disfrutando de la deliciosa comida hecha por Irene. Ahí probamos el delicioso ceviche de chonta, una especie de palmito que fuimos a comprar en un terreno cerca en el pueblo donde la señora los cortó directamente.

- hacer muchas muchas siestas



- discutir por horas con Philippe e Irene sobre la vida en la selva y sus experiencias

- disfrutar de los animales del fundo



Tachi, nuestro perro guardián que nos seguía toda la noche hasta nuestro bungalow (pero que era bastante juguetón y ruidoso en las noches)

un caimán encontrado en sus lagunas

Federico, el cacique de Yacuruna. Todas las mañanas gritaba en la
cocina para que le dieran su desayuno de pan con mermelada







 








- hacer varias partidas de Uno con los niños (todos super simpáticos)

- disfrutar de la frescura de una intensa lluvia amazónica



- organizar y luego anular un viaje a las comunidades o el parque nacional en las zonas aledañas (los 2 días en curiara sin techo bajo los intensos diluvios no nos animaron mucho)

- pasar un fin de semana en familia en la nueva propiedad de Philippe a 8 km selva adentro de la primera.



- y vivir una aventura total al regreso porque la lluvia había inundado el camino...






demasiado profundo, incluso para las botas
Y después de este abrebocas, en el próximo post les contaremos nuestras aventuras en barco por el río Amazonas.

dedicatoria especial a Gabriel, el mas joven y adorable de la familia, a quien le encantaba el nombre de Laszlo y lo repetía todo el día: "Laaaaaaszzzzzlo", "Laaaaaaszzzzzlo" ... :)

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