16 noviembre 2012

Descenso del rio Amazonas hasta Brasil

Cuando salimos del fundo Yacuruna teníamos la idea de hacer algunas compras a Yurimaguas (el pueblito mas cerca) y después ir al puerto a encontrar un barco donde pasaríamos la noche en nuestras hamacas hasta la salida al día siguiente. Pero apenas llegamos al puerto nos dicen que hay un barco que está a punto de partir para Iquitos, a dos días de viaje aguas abajo, y que todavía teníamos tiempo de montarnos. Y efectivamente el barco salió del puente por donde montan los pasajeros pero hace una pequeña parada 5 pequeños minutos para montar un poco de mercancía... y nosotros.
Es el momento de presentarles un poco los barcos en Amazonía para aquellos que no conocen el concepto. Son grandes barcos de 3 pisos que viajan lentamente por el río. La utilización de los pisos varía un poco de un barco al otro pero en general el piso mas bajo donde se encuentran los motores sirve para cargar mercancías (y a veces pasajeros), el piso del medio es para pasajeros y ahí se encuentran los baños, las duchas (que a veces se encuentran dentro de los baños) al igual que la cocina. El piso superior sirve para instalar pasajeros (Perú) o un bar a cielo abierto (Brasil). Los trayectos duran varios días y hay la opción entre dormir un camarote (mas caros y que por supuesto no probamos) o instalar tu hamaca en uno de los pisos (los precios a veces varían de acuerdo al piso). Generalemente la densidad en el área de hamacas es tal que uno toca a sus vecinos cuando todo el mundo acuesta. Así que el momento de instalar su hamaca es vital si uno quiere pasar un viaje agradable y lograr dormir en las noches. Hay que encontrar un puesto con suficiente espacio y negociar con los que van llegando para que no se te peguen encima.

Y ya lo ven venir: esta llegada de ultimo momento en el barco era bastante arriesgada para nuestra primera experiencia en barco (por eso queríamos llegar el día antes). Y efectivamente, el piso del medio estaba full, imposible de encontrar un puesto suficiente para nuestras dos hamacas. El piso superior que se limitaba al espacio de camarotes y un largo techo sin paredes, estaba menos lleno, lleno de gringos (luego supimos que era un grupo de 15 estudiantes de intercambio en Lima) pero menos protegido de un eventual lluvia amazónica. El único puesto que encontramos era al lado de la zona de cabinas. Estábamos cómodos de espacio pero en primera linea de ataque frente a cualquier lluvia. 




Compramos nuestros 2 tupper ware (o tapper, como lo llaman los peruanos, donde nos servirían nuestras comidas gastrónomicas ;), instalamos las hamacas, dimos una propina al chico del puerto que nos permitió subir al barco (que negoció con el capitán para que pagáramos menos y nos trajo los tupper ware) y 5 minutos mas tarde estábamos en camino.


Los días en el barco son biiieeeenn tranquilos. Las actividades del día son: 

- desayunar al alba (en general la comida esta incluida en el precio) que consiste en 2 pedazos de pan - que al pasar de los días son menos y menos frescos - y algunas hojuelas de avena perdidas en un poco de leche.

- mirar el paisaje que desfila a través del viaje desde su hamaca: mucha selva y a veces unos pequeños pueblitos de pocas casas que viven desconectados del mundo. Aún así todos están equipados de un terreno de fútbol.



- leer


- almorzar temprano, tipo 11 am: pasta y arroz (si si, los dos a la vez) con un pedazo de carne o pollo servido en nustros super tuppers ware.

- las paradas del barco en cierto pueblos para cargar y descargar mercancía, dejar o tomar pasajeros y dar tiempo a los vendedores de proponernos frutas, pescado frito con plátano y hasta periquitos!. Apenas el barco anuncia su llegada un vals de lanchas se acerca y alejan del barco.



la cadena humana súper útil para pasarse la mercancía en tiempo record

- hacer siestas y mas siestas

- cenar temprano también, lo mismo que el almuerzo. 

- discutir con los vecinos. Finalmente la actividad principal y la ocasión (en vista del tiempo que tenemos) de compartir experiencias e historias divertidas.

- cepillarse los dientes (evitando de hacerlo en los baños cuya higiene deja que desear)



- dormir

De las cosas divertidas en nuestra primera experiencia de barco podemos notar:

- los 15 estudiantes de intercambio que venían a la Amazonía a probar la ayahuasca (una planta alucinógena utilizada por los indígenas) y que habían comprado tanta marihuana que fumaban todo el tiempo (desde las 8 am) con miedo de no lograr terminarla antes de tomar su avión de regreso a Lima.
- nuestro vecino finlandés de 40 años calculamos, que viajaba solo en modo survivor (de hecho leía un mini libro de "cómo sobrevivir en medio salvaje") y cuya pasión era de visitar las tribus indígenas que viven sin contacto con el mundo. Medio loquillo el!
- una pareja de arquitectos argentinos simpáticos (como todos los que hemos cruzado hasta ahora, esperemos que sea así siempre y que no le hagan honor a su mala fama en Latinoamérica ;))
- unos diluvios tropicales que con el viento nos obligaron a quitar nuestras hamacas para que no se mojaran. Super fregado porque sin hamacas en el barco uno no tiene donde sentarse. Por su lado, nuestros amigos estudiantes bajos los efectos de su mercancía aprovecharon para sacar sus trajes de baño y ducharse bajo la lluvia mientras que el bolso del finlandés absorbía litros y litros de agua... y él como si nada...
- los delfines rosados de río que vimos jugar cerca del barco la ultima mañana. Súper cool!

Al cabo de dos días en barco llegamos a la ciudad mas grande inaccesible en carro
: Iquitos, La ciudad mas importante de la Amazonía peruana. Ahí nos quedamos tres días, aprovechando de estar en tierra firme. Entre nos 3 a 4 duchas diarias nos dio chance de:

- visitar el barrio flotante de Belén: donde todas las casa están construidas o sobre pilares de mas de 2 metros o con un sistema de troncos en la base que les permite flotar durante la época de lluvia.




Hasta los bares y discotecas son flotantes

Al igual que su mercado, inmenso, desordenado y sobre todo... asqueroso!. Me recordó un poco las calles de Delhi o Agra en India, y aquellos que ya me han oído hablar de mi experiencia en esas ciudades sabrán que éste mercado no me gustó para nada.





brochettes de larves
La calle de hechicería llena de cosas raras

 





- pasearse por la ciudad que conoció una época de bonanza durante el boom del caucho y que guarda algunos rastros en su arquitectura.





- visitar un centro de protección de manatíes de río, una especia endémica de la región en vías de extinción . Hay que decir que este animal es tan dulce y amigable que hace muy fácil su captura. En este centro recuperan a los bebes huérfanos cuyas madres fueron capturadas para la venta de su carne, así que en este centro les dan leche hasta sus 8 a 9 meses, luego los introducen a su dieta natural (compuesta de frutas y lechuga de río) y luego los mantienen en una zona de pre-liberación donde aprenden a valerse por si mismos. Son unos animales super tiernos y tuvimos la oportunidad de alimentarlos y tocarlos, nos encantó!.




- visitar un zoológico donde la mayor parte de animales se encuentran en jaulas (un poco triste) y donde se pueden ver los paiches (el pez de agua dulce mas grande del mundo que puede llegar a medir mas de 3 metros!). El zoológico tiene también una pequeña playa al borde de un lago donde descansamos un poco. El calor era inclemente.





 
- descubrir una granja de mariposas, creada hace ya 20 años por una austríaca. La visita pudimos hacerla con la dueña y fue de verdad súper interesante y apasionante. Aprendimos sobre el ciclo completo de las mariposas que dura sólo unas pocas semanas. Al principio ella quería exportar su producción de mariposas pero cada vez que ha intentando, el tiempo que toma a las autoridades de Lima de darle la autorización, ya las mariposas han muerto. Ella también recibe animales huérfanos cuyos padres han sido cazados ya sea para comida o para alimentar el horroroso mercado negro de especies exóticas (y es que los extranjeros inconscientes consiguen tan cuchi cargar con un monito encima que el mercado es bastante próspero): entre ellos hay monos, guacamayas y varios felinos entre los cuales un jaguar que le cuesta una fortuna mantener pero al que lamentablemente no puede liberar porque el gobierno no le da la autorización.


el mono mas pequeño del mundo



oruga
estas antenas expiden un aroma como sistema de defensa.
El olor es horroroso

en la maternidad donde las orugas son cuidadas hasta que se vuelven mariposas






Luego de estos días de paseo tomamos nuestro 2do barco hacia la triple frontera entre Perú, Colombia y Brasil que se encuentra a dos días de barco de Iquitos. 
De esta 2da experiencia podemos resaltar:

- esta vez el piso superior tenia paredes y ventanas así que estábamos mas protegidos de la lluvia y había bastante espacio libre para nuestras hamacas.



- el piso superior también contaba con un bar, útil a veces, pero que expedía un fuerte olor de fritura y hamburguesa a tempranas horas de la mañana (a los peruanos parecía no bastarle con la comida del barco y el bar se la pasaba full día y noche.

- un solo baño/ducha en nuestro piso que además estaba asqueroso. Resultado: dos días sin ducharnos.

- los gringos esta vez eran escasos: solamente nosotros y 2 italianos super simpáticos que trabajan para una ONG en Perú y que iban de vacaciones a Colombia.

- una botellita de ron peruano que compramos para probar y que nos permitió de hacernos 2 a 3 cubas libres por noche. Nada mal el ron y además una ayudita para dormir bien.

- Aldo, nuestro vecino peruano de 28 años, que vive en Lima e iba a Manaus para pasar un examen para un master. Este ha sido problablemente el mejor encuentro que hemos tenido desde el inicio del viaje. Tuvimos largas discusiones y disfrutamos mucho de la compañía. No vamos a contarles toda su vida pero la historia de su viaje es bastante graciosa. Se inscribió para este examen y luego miró el precio del pasaje de avión entre Lima y Manaus: 1300 US$!!! Así que se lanzó esta mega misión: tomar un avión hasta Iquitos y de ahí 6 días de barco para llegar a Manaus, donde pasará dos días para hacer su examen y luego partir en sentido contrario. Pero como de regreso el barco va contra la corriente el trayecto toma casi el doble de tiempo: 10 días mas de barco! Conclusión: 18 días de ruta para solo 2 días en tierra y sólo 8 horas de examen! Misión imposible!



El pueblo de Santa Rosa, el lado peruano de la triple frontera, es minúsculo. Es de hecho la mas pequeña de las 3 ciudades a tal punto que casi nadie utiliza los soles peruanos. Todo el mundo paga y habla en reales o pesos colombianos. Así que solo estuvimos de paso para poder sellar nuestros pasaportes y de ahí tomamos un barco hacia Leticia, la ciudad colombiana. Con éste sello en nuestro pasaporte se termina este primer tour por Perú, un país ideal para mochileros con un montón de cosas por ver, gente simpática y transporte mas frecuente y de mejor calidad para ir a todos lados y a precios solidarios... Perfecto.


las tiendas flotantes a la entrada de Santa Rosa

A Leticia conseguimos un hotel medio barato, dejamos a Aldo tomar una ducha en nuestro cuarto antes de sus próximos 4 días de barco y lo acompañamos al puerto brasileño de Tabatinga para sellar nuestros pasaportes e informarnos sobre las salidas de los barcos hacia Manaus (al contrario que en Perú, aquí los barcos solo salen entre 2 a 3 veces por semana). Y ahí, drama: el barco de Aldo sale a las 2 de la tarde y el puesto de policía que sella los pasaportes esta cerrado durante el almuerzo hasta las... 2 de la tarde! lo que es bien incoherente dado que todos los turistas que van a Brasil toman este barco y que solo hay 2 o 3 por semana... Incluso está cerrado los fines de semana!. Un puesto de frontera bien extraño. Después de nuestro recorrido policía / puerto / policía, mientras nos dábamos cuenta de todo ese rollo, Aldo logró interceptar un policía que llegaba en carro de su almuerzo y que aceptó a regañadientes de sellarle su pasaporte. Nos despedimos rápido de el y ni siquiera tuvimos tiempo de pedirle su mail o su facebook :( . Que tristeza!

El barco siguiente salía el viernes, dos días mas tarde, así que nos daba un tiempo para descansar en Leticia. No hicimos mas gran cosa, mas que reposarnos y comprar un mp3 por 20 euros para escuchar nuestros cursos de portugués en el barco. Sin embargo aprovechamos de nuestros últimos días en tierra hispanoparlante y de nuestros primeros días en Colombia. Bebimos unas cervezas en terrazas en el centro de la ciudad, una vez con los italianos del barco que cruzamos por casualidad en el centro y otra cerca de un parque en medio de la ciudad donde todas las tarde los pericos y guacamayas migran para dormir - el ruido es increíble!.


atardecer al borde del parque lleno de peruquito



Próxima etapa, Brasil! con sus pão de queijo, el guaraná, su música, sus playas (al fin) y los brasileros cool!

3 comentarios:

  1. Uds. son una nota. Ya llevan mas de tres meses y todavia se ven contentos y alegres de la aventura que estan recorriendo. Nosotros estuvimos una vez en Manaus en el aeropuerto y me acuerdo que compramos una joya, la cual pagamos con un carton impreso como cheque y tardaron 6 meses en ser cobrado.
    Que la sigan pasando muy bien. Nos vamos el domingo 18/11 para Houston y pasar los cumpleaños mio y de Olga con ellos.
    los bendecimos,
    sus tios, los Chuy1 y 2.

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    1. Tios! gracias por este super mensaje! nos alegra mucho que les guste el blog, le ponemos mucho corazon a la cosa para que todos vivan estas aventuras con nosotros.
      Que rico que estan en Houston, mandale besos y abrazos a Hugo, Olga e Ignacio!
      Nosotros seguimos viajando por Brasil y pronto publicaremos un nuevo post sobre Manaus (hemos estado sin internet unos cuantos dias)
      Los queremos mucho,

      Besos y abrazos

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  2. Hola chicos, espero que la sigan pasando de lo mejor, el blog esta muy bueno ya les escribiré un correo contándoles las circunstancia del viaje de regreso a Perú. Diviértanse mucho.

    Un abrazo
    Aldo.

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