El circuito alternativo:
Mientras los otros tours iban a visitar las otras lagunas del parque nacional nosotros partimos de Villa Mar hacia la Ciudad Perdida y sus formaciones rocosas de formas graciosas.
Este lugar también la llaman Italia Perdida, porque un día un grupo de escalada de Italia vino a explorar y uno de los chicos se perdió y tardaron todo el día hasta conseguirlo atrapado en lo alto de una de las rocas. Jesús nos insistió de ir con cuidado para no tener que cambiarle el nombre a Venezuela o Francia perdida ;)
Luego visitamos la Laguna de las aves, una laguna escondida entre rocas volcánicas donde patos, flamencos y otras aves se pasean sin peligro. Para llegar hasta ella tuvimos que atravesar otras columnas de rocas y por supuesto mas llamas y vizcachas (esta vez de cerca).
Ese día dormimos en Puerto Chuvica en un hostal hecho de bloques de sal, las mesas, sillas, camas, muros, todo estaba hecho de sal, un verdadero espectáculo. Para poder llegar hasta el hotel atravesamos un pequeño Salar.
Mientras los otros tours iban a visitar las otras lagunas del parque nacional nosotros partimos de Villa Mar hacia la Ciudad Perdida y sus formaciones rocosas de formas graciosas.
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| el camello |
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| el colibrí |
Este lugar también la llaman Italia Perdida, porque un día un grupo de escalada de Italia vino a explorar y uno de los chicos se perdió y tardaron todo el día hasta conseguirlo atrapado en lo alto de una de las rocas. Jesús nos insistió de ir con cuidado para no tener que cambiarle el nombre a Venezuela o Francia perdida ;)
Luego visitamos la Laguna de las aves, una laguna escondida entre rocas volcánicas donde patos, flamencos y otras aves se pasean sin peligro. Para llegar hasta ella tuvimos que atravesar otras columnas de rocas y por supuesto mas llamas y vizcachas (esta vez de cerca).
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| las vizcachas |
Y de esta maravilla nos fuimos a visitar la Laguna Negra, una laguna espectacular al pie de un volcán con formaciones rocosas en forma de hongos a su alrededor.
Este circuito alternativo nos permitió disfrutar cada lugar en una soledad perfecta, nosotros eramos los únicos turistas y eso de verdad hace la diferencia. En este día nos dijimos que teníamos una suerte increíble y que el tour a pesar de ser un poco caro valía cada uno de los bolivianos que pagamos.
Ese día dormimos en Puerto Chuvica en un hostal hecho de bloques de sal, las mesas, sillas, camas, muros, todo estaba hecho de sal, un verdadero espectáculo. Para poder llegar hasta el hotel atravesamos un pequeño Salar.
Y mañana... el Salar de Uyuni!
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