09 septiembre 2012

La Quebrada de Humahuaca


Desde Cachi retomamos la ruta para Salta en un remis con un chofer que tenia un consumo impresionante de hojas de coca, no lograba ni hablar bien. Teóricamente el masticar hojas de coca combate el cansancio y el hambre, pero el pobre chofer lo veíamos pestañeando cada 5 minutos!! y lo peor es que estábamos en una ruta de montaña bastante peligrosa
Habíamos leído que la ruta era bellísima y que íbamos de nuevo a disfrutar de los diferentes paisajes, y en efecto así lo fue al principio.





Pero justo antes de comenzar el descenso de la montaña hacia la ciudad entramos en un neblina súper densa y fría que no nos permitió disfrutar del paisaje. Entre las curvas de la carretera, la neblina y el estado del conductor tuvimos algunos susticos durante el camino.






Llegamos a Salta, todavía con la neblina y el frío horroroso, así que decidimos que lo mejor era continuar la ruta. Tomamos el primer bus para Jujuy, capital de la provincia del mismo nombre y con el mayor numero de población indígena del país.

A Jujuy hicimos dos veces el tour de la ciudad, con los bolsos pesados en la espalda, antes de decidirnos por un hostel. Tomamos el que era mas barato por persona y además en habitación doble, que es teóricamente mas cara que los dormitorios. Todo sonaba muy bien salvo que la habitación estaba super sucia pero ya era tarde y estábamos cansados. A las 11 de la noche nos toca la puerta una mujer furiosa que nos viene a decir que el chico de la recepción se equivoco y que normalmente esta habitación era mas cara, que además era su única habitación doble y que siendo sábado en la noche una parejita de jóvenes podía llegar en medio de la noche parra alquilarla por algunas horas! por supuesto casi nos da un infarto y en ese momento decidimos que dormiríamos en nuestros sleeping bags sin tocar un solo centímetro de esa cama!.
Y bueno evidentemente le explicamos que ese era SU problema y que nos gustaría que nos dejara dormir en paz... pero claro esta que ese episodio nos quito las reducidas ganas de quedarnos una noche mas...

Al día siguiente en la mañana quisimos ir a visitar la catedral y el museo antes de irnos de esta ciudad poco encantadora (incluso dejando a un lado el personal hotelero). Pero era domingo, la misa parecía interminable y el museo estaba cerrado. Así que de Jujuy no vimos gran cosa y no nos fuimos con el mejor de los recuerdos.

Afortunadamente entre Jujuy y la frontera boliviana hay una maravillosa que vale la pena visitar: la quebrada de Humahuaca. A lo largo de 200 km su pueden admirar formaciones de rocas multicolores, vestigios precolombinos y otras pinturas rupestres. Y todo esto en una región llena de comunidades indígenas, adeptas al culto de la pachamama. Un abreboca para nuestra etapa en Bolivia.






Nos instalamos en un hostal en Tilcara, en medio de la quebrada, para comenzar la visita. Esta vez decidimos tomar dos puestos en dormitorios, que son mas baratos y que nos permitió también conocer y sociabilizar con otras personas. Primero con los gerentes del hostal, Pablo y Beatriz, ambos extremadamente simpáticos y adorables, que nos hicieron soñar con su modo de vida y nos orientaron de maravilla sobre todas las cosas por visitar y descubrir en la región. Cruzamos durante las cenas a Daniel y Susana, una pareja de argentinos de la provincia de Buenos Aires amantes del buen vino y dueños de unos departamentos vacacionales. Y también conocimos a Simón, un neo-zelandés con el que pasamos dos días visitando y explorando los alrededores:
La garganta del diablo (otra mas)





Las ruinas de un pueblo pre-Inca luego Inca: Pulcara







Un museo que reagrupa la historia de la quebrada (las fotos están prohibidas)

Y para terminar como dios manda esta super jornada de visitas fuimos a comer a una peña (restaurante con música en vivo en las noches) con Simón. Pudimos disfrutar de la buena comida local (bistek de llama y empanadas de quinoa) al igual que un grupo de música folclórica.






Al día siguiente visitamos unas cuevas incas, fuimos guiados por un habitante de las comunidades originarias que compartió con nosotros sus creencias y ritos: la Pachamama (la madre tierra creadora de vida), el Tata Inti (el sol - que fecunda la tierra y brinda energía), los ciclos de la vida (después de morir, descansamos un poco y volvemos al mundo en forma humana u otra - lo que nos pareció muy cercano al budismo)...








Al día siguiente nos fuimos a Purmamarca, un pueblito bien turístico pero con un majestuoso cerro de 7 colores súper impresionante:









Estas 4 noches en Tilcara fueron geniales.

De Tilcara nos fuimos hasta Iruya, un pueblito de montaña, aislado por 3 horas de carretera de montaña bastante accidentada y aparentemente conservada del boom turístico de la región. La ruta para ir y el lugar donde se encuentra el pueblo son de verdad impresionantes...



 

vicuñas salvajes









 
...Sin embargo no caímos bajo el encanto del pueblo que es finalmente bastante turístico (aun en temporada baja) y del cual los habitantes no nos parecieron muy simpáticos. Continuamos entonces nuestro viaje en dirección Humahuaca, la ciudad que dio su nombre a la quebrada.

Aquí comenzamos a sentir verdaderamente la temporada baja a nivel de turismo: muchos hoteles casi vacíos y muy pocos turistas en las calles .

El hostal en el que dormimos acababa de cambiar de gerente (una semana antes) y la noche de nuestra llegada el propietario organizo una ceremonia para la Pachamama en su honor. Estas ceremonias tienen lugar durante todo el mes de agosto y estábamos a 31, así que el era el ultimo día posible. Esta ceremonia, a la que fuimos invitados a participar, es bastante original y tiene mucho encanto: después de haber hecho un hueco en la tierra en medio del jardín, cada pareja (los propietarios, una pareja de turistas argentinos, el gerente mas otro turista argentina y nosotros) debía llenarlo con ofrendas para la pachamama. Estas ofrendas era sin duda bastante originales: hojas de coca, granos, frutas, agua, azúcar pero también... coca-cola, cerveza (rubia y negra), caramelos, licor de coca, licores fuertes, vinos y pare usted de contar!.
Para cada alcohol, era un poquito para la pacha y mucho para nosotros... y tanto ofrecimos a la pacha que terminamos bien prendidos y felices ante esta experiencia completamente inesperada (no pudimos tomar fotos durante la ceremonia así que tendrán que hacer prueba de mucha imaginación).

Al día siguiente en las calles de Humahuaca había una procesión en honor a la virgen local con danzas folclóricas. Para aquellos que se preguntan si esto no fue una cosa hecha para turistas: solo estábamos nosotros persiguiendo a la caravana ;).







Finalmente, después de varios paseos en esta ciudad nos fuimos hacia Bolivia, atravesando la puna argentina, con hermosas montañas que se parecen a la Pampa pero a mas de 3000 m de altitud.





Y así terminamos nuestro viaje por el norte argentino. Aprovecharemos este fin para hacer un resumen de nuestra experiencia en un próximo articulo. Ahora Bolivia durante por lo menos 1 mes!

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