Machu Picchu! El mayor y mas famoso vestigio de la civilización inca es sin duda uno de esos lugares que todo el mundo sueña con visitar una vez en su vida y era para mi una de las etapas mas esperadas del viaje.
Pero visitarlo requiere cierta organización desde que se descubrió que las ruinas estaban asentándose debido al alto numero de visitantes el gobierno peruano limito la entrada de turistas a 2500 por día. Hoy en día existe incluso una pagina de Internet donde uno puede comprar sus boletos con anticipación.
Ademas de la compra de la entrada también existe el tema del transporte. Para llegar a Machu Picchu hay que primero ir hacia Aguas Calientes, un pueblito mega turístico perdido en el Valle contiguo a la ruinas que solo esta conectado a Cuzco a través de un tren. Este tren es gerenciado por una compañía anglo-peruana que sacando provecho de este monopolio de acceso vende los boletos a precios exorbitantes. La otra forma de ir a Aguas Calientes es llegando en bus/mini van/colectivos hasta Hidroeléctrica (una central hidroeléctrica que queda a orillas del río y de ahí caminar a lo largo de los rieles del tren durante 2h hasta Aguas Calientes.
Nosotros optamos por supuesto por la 2da opción En lugar de combinar los diferentes buses y colectivos lo que hicimos fue irnos en una mini van turística desde Cuzco hasta Aguas Calientes, era casi el mismo precio que combinar todos los transportes y mucho menos agotador.
Una vez en Hidroeléctrica nos dispusimos a nuestras dos horas de caminatas.
El paisaje es completamente diferente al de Cuzco. Atrás quedaron los picos con nieve y la cordillera andina, aquí estábamos en un valle húmedo con vegetación espesa, me recordaba un poco al PN Henry Pittier (para los que hemos tenido el gusto y honor de ir a las hermosas playas venezolanas que quedan cruzando este parque nacional).
Después de una hora de caminata pasamos frente a un restaurante llamado Las Cataratas de Mandor. Ya yo había leído que ellos proponían un alojamiento económico con respecto a las opciones turísticas de Aguas Calientes y lo mejor de todo es que quedaba a solo 30 minutos de la vía hacia Machu Picchu. En la entrada del hotel 3 polacos saludaban a la gente que pasaba y con sus argumentos "Aguas Calientes esta lejos! y aquí hay alojamiento, comida y cerveza! quédense!" nos convencieron de quedarnos.
Al entrar al restaurante nos conseguimos con el resto del grupo: en total eran 2 polacas, 1 polaco y una pareja de italianos. 1 de las polacas trabaja en Madrid y hablaba muy bien español, la otra polaca hablaba francés y el italiano vivía en Francia desde hace unos años y hablaba perfecto francés. Pasamos una noche graciosisima en su compañía echando cuentos de los viajes, de la comida y de la vida. Nos pusimos de acuerdo para irnos juntos al día siguiente a Machu Picchu.
Para subir a Machu Picchu hay otras dos opciones: tomar unos buses que parten de Aguas Calientes y cuestan 15$ o subir los 1716 escalones incas que llevan desde la parte baja del valle hasta Machu Picchu. La subida es agotadora pero luego sientes que de verdad mereces Machu Picchu.
La entrada a las ruinas es increíble te sientes un poco transportado en el tiempo.
Lo primero que te marca es el entorno: la ciudad queda en medio de las montañas en una pequeña planicie con precipicios ambos lados.
Lo segundo es el tamaño: esta ciudad puedo acoger a unas 1200 personas! y por supuesto después de haber subido los 1700 y pico de escalones uno se vuelve a preguntar como diantres hicieron esos incas para traer todas esas piedras! Increíble!
Con la entrada a las ruinas también se puede comprar el acceso a los dos cerros cercanos: el Wayna Pichu o la Montaña Machu Picchu. El primero es el mas famoso y las entradas limitadas a 400 por día se agotan rápidamente, así que solo logramos comprar para la Montaña Machu Picchu. Lo bueno es que todo el grupo tenía la misma entrada así que pudimos subir juntos.
La subida es intensa y en medio de ella me dio una de mis famosas bajas de tensión.
Decidí quedarme a medio camino y dejar a Laszlo terminar la subida con los otros chicos. A pesar de estar un poco frustrada la vista desde el punto donde me quedé era increíble.
Aquí tienen la vista desde el tope de la montaña (gracias Stefano)
Después de la visita de la montaña nos dispusimos a dar una primera vuelta a las ruinas, pero la invasión de turistas nos hicieron difícil la visita. Por todos lados habían grupos y grupos de turistas, todos caminando a paso de hormiga.
Después de media hora decidimos tomar una siesta y esperar a que los grupos se fueran. 1 hora después descansados y con mas energía nos dispusimos a darle una segunda vuelta a las ruinas. Esta vez estábamos mas solos y pudimos disfrutar del lugar con tranquilidad.
Y aquí están las diferentes zonas de la antigua ciudad:
- Las terrazas de cultivo
- La plaza sagrada con el templo de 3 ventanas y el gran templo.
- La sacristía un lugar donde probablemente los sacerdotes se preparaban antes de las grandes ceremonias y que cuenta con unos nichos trapezoidales que garantizan una acústica increible en la sala y una piedra de 22 ángulos y otra de 32!!
- El Intiwatana o "lugar donde se amarra el sol": con una piedra super extraña que se cree sirvió de calendario solar y otra piedra que tiene exactamente la forma de las montañas cercanas (coincidencia?)
- La plaza principal
- El templo de la Luna
- El grupo de tres puertas: donde hay un edificio que no tiene ventanas y donde quizás vivieron las mujeres o las vírgenes del templo.
- El barrio de los morteros: que se cree hubiera podido ser un barrio de artesanos.
- El Templo del Cóndor: tres piedras asemejan este famoso pájaro muy venerado por los incas. Se cree que fue un lugar donde se hicieron sacrificios y ceremonias importantes.
- La calle de las fuentes y los baños ceremoniales
- El Palacio del Inca y el templo del sol.
Pero visitarlo requiere cierta organización desde que se descubrió que las ruinas estaban asentándose debido al alto numero de visitantes el gobierno peruano limito la entrada de turistas a 2500 por día. Hoy en día existe incluso una pagina de Internet donde uno puede comprar sus boletos con anticipación.
Ademas de la compra de la entrada también existe el tema del transporte. Para llegar a Machu Picchu hay que primero ir hacia Aguas Calientes, un pueblito mega turístico perdido en el Valle contiguo a la ruinas que solo esta conectado a Cuzco a través de un tren. Este tren es gerenciado por una compañía anglo-peruana que sacando provecho de este monopolio de acceso vende los boletos a precios exorbitantes. La otra forma de ir a Aguas Calientes es llegando en bus/mini van/colectivos hasta Hidroeléctrica (una central hidroeléctrica que queda a orillas del río y de ahí caminar a lo largo de los rieles del tren durante 2h hasta Aguas Calientes.
Nosotros optamos por supuesto por la 2da opción En lugar de combinar los diferentes buses y colectivos lo que hicimos fue irnos en una mini van turística desde Cuzco hasta Aguas Calientes, era casi el mismo precio que combinar todos los transportes y mucho menos agotador.
Una vez en Hidroeléctrica nos dispusimos a nuestras dos horas de caminatas.
el tren de los flojos ;) |
Después de una hora de caminata pasamos frente a un restaurante llamado Las Cataratas de Mandor. Ya yo había leído que ellos proponían un alojamiento económico con respecto a las opciones turísticas de Aguas Calientes y lo mejor de todo es que quedaba a solo 30 minutos de la vía hacia Machu Picchu. En la entrada del hotel 3 polacos saludaban a la gente que pasaba y con sus argumentos "Aguas Calientes esta lejos! y aquí hay alojamiento, comida y cerveza! quédense!" nos convencieron de quedarnos.
Al entrar al restaurante nos conseguimos con el resto del grupo: en total eran 2 polacas, 1 polaco y una pareja de italianos. 1 de las polacas trabaja en Madrid y hablaba muy bien español, la otra polaca hablaba francés y el italiano vivía en Francia desde hace unos años y hablaba perfecto francés. Pasamos una noche graciosisima en su compañía echando cuentos de los viajes, de la comida y de la vida. Nos pusimos de acuerdo para irnos juntos al día siguiente a Machu Picchu.
Para subir a Machu Picchu hay otras dos opciones: tomar unos buses que parten de Aguas Calientes y cuestan 15$ o subir los 1716 escalones incas que llevan desde la parte baja del valle hasta Machu Picchu. La subida es agotadora pero luego sientes que de verdad mereces Machu Picchu.
La entrada a las ruinas es increíble te sientes un poco transportado en el tiempo.
Lo primero que te marca es el entorno: la ciudad queda en medio de las montañas en una pequeña planicie con precipicios ambos lados.
Lo segundo es el tamaño: esta ciudad puedo acoger a unas 1200 personas! y por supuesto después de haber subido los 1700 y pico de escalones uno se vuelve a preguntar como diantres hicieron esos incas para traer todas esas piedras! Increíble!
Con la entrada a las ruinas también se puede comprar el acceso a los dos cerros cercanos: el Wayna Pichu o la Montaña Machu Picchu. El primero es el mas famoso y las entradas limitadas a 400 por día se agotan rápidamente, así que solo logramos comprar para la Montaña Machu Picchu. Lo bueno es que todo el grupo tenía la misma entrada así que pudimos subir juntos.
La subida es intensa y en medio de ella me dio una de mis famosas bajas de tensión.
Decidí quedarme a medio camino y dejar a Laszlo terminar la subida con los otros chicos. A pesar de estar un poco frustrada la vista desde el punto donde me quedé era increíble.
Aquí tienen la vista desde el tope de la montaña (gracias Stefano)
Después de la visita de la montaña nos dispusimos a dar una primera vuelta a las ruinas, pero la invasión de turistas nos hicieron difícil la visita. Por todos lados habían grupos y grupos de turistas, todos caminando a paso de hormiga.
Después de media hora decidimos tomar una siesta y esperar a que los grupos se fueran. 1 hora después descansados y con mas energía nos dispusimos a darle una segunda vuelta a las ruinas. Esta vez estábamos mas solos y pudimos disfrutar del lugar con tranquilidad.
Y aquí están las diferentes zonas de la antigua ciudad:
- Las terrazas de cultivo
- La plaza sagrada con el templo de 3 ventanas y el gran templo.
- La sacristía un lugar donde probablemente los sacerdotes se preparaban antes de las grandes ceremonias y que cuenta con unos nichos trapezoidales que garantizan una acústica increible en la sala y una piedra de 22 ángulos y otra de 32!!
Laszlo probando la acústica |
La piedra de 22 ángulos |
y la de 32! |
- El Intiwatana o "lugar donde se amarra el sol": con una piedra super extraña que se cree sirvió de calendario solar y otra piedra que tiene exactamente la forma de las montañas cercanas (coincidencia?)
el calendario solar |
fíjense en la piedra y las montañas de atrás! |
- El templo de la Luna
- El grupo de tres puertas: donde hay un edificio que no tiene ventanas y donde quizás vivieron las mujeres o las vírgenes del templo.
- El barrio de los morteros: que se cree hubiera podido ser un barrio de artesanos.
- El Templo del Cóndor: tres piedras asemejan este famoso pájaro muy venerado por los incas. Se cree que fue un lugar donde se hicieron sacrificios y ceremonias importantes.
- La calle de las fuentes y los baños ceremoniales
- El Palacio del Inca y el templo del sol.
Después de 5 horas disfrutando de este increíble lugar decidimos regresar al hotel. Este día fue definitivamente uno de los mas espectaculares del viaje!
El grupo completo! |
En nuestro proximo post: Lima!... de nuevo
Se ve que fue un paseo maravilloso. Hermosas imágenes. Me permití tomar una prestada para ponerla en esta entrada en nuestro blog. http://advaitachile.blogspot.com/2014/12/conciencia-o-mente-no-hay-otra-opcion.html. Si tienen problemas con ello por favor avisen. Muchas gracias.
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