15 septiembre 2012

Del Sur de Lípez al Salar de Uyuni (Día 1)

Pasamos a Bolivia por la frontera de Villazón, al igual que Encarnación en Paraguay, Villazón es una ciudad llena de comercios y de argentinos que pasan la frontera por algunas horas para almorzar y comprar mas barato en el mercado.

Nuestra idea inicial era de irnos directo hacia Tupiza pero al llegar al terminal de Villazón nos enteramos de algo bien particular: estábamos en el "día del peatón", un día en el que el estado boliviano decide cortar la circulacion de vehículos hasta las 3 o 5pm. Así que tuvimos que esperar unas cuantas horas  a que nuestro bus saliera, éste se encontraba estacionado en un laaaargaaa fila de buses que daba la vuelta a la plaza central y que esperaban el fin del día peatonal.

Por supuesto al llegar a Tupiza, el bus nos deja en medio de la carretera y cero taxis o micros para llevarnos hasta el centro de la ciudad, todo seguía parado, así que con nuestros súper bolsos caminamos hasta el centro buscando nuestro nuevo hostal que nos permitiría descansar y sobre todo trabajar en nuestro blog (no se crean, esto es un trabajo arduo con el internet banda "angosta" que hemos tenido hasta ahora)

almorzando en el mercado de Tupiza (0.75€ por persona!)

 
Tupiza es el punto de partida de los tours de 4 días hacia el Salar de Uyuni, al día siguiente de nuestra llegada nos fuimos a hacer el tour de agencias de viajes para poder comparar precios y servicios. Nos decidimos por Alexandro Tours que nos proponía un tour con un camino alternativo al que proponen todas las otras agencias (entiéndase menos turistas en el camino), comida excelente, aperitivos, vino pero sobre todo una posible salida al día siguiente en un grupo de 4 personas :)

A las 7 y media de la mañana siguiente estábamos  listos para partir con nuestro super equipo: Jesús, nuestro chofer-guia super sonriente y simpático, Fortunata, nuestra cocinera estrella que nos alimentó y consintió durante los 4 días, y Delphine y Brent, una pareja belga-neozelandesa que vive en Australia y se encuentra paseando durante 6 meses por Suramérica y Centro América.

Dia 1:
Salimos de Tupiza por la Quebrada de Palala, la primera parada fue una antigua fabrica de tratamiento de metales, como el antimonio y el cobre, que se encuentran en abundancia en la zona.

Luego llegamos hasta el Sillar, una formulación de montañas y rocas en forma de silla de caballo y desde este momento comenzó el espectáculo, vistas impresionantes de montañas de colores que parecieran pintandas a pinceladas.


 

 

 

Pasamos varios pueblitos o caseríos donde la mayor parte de la población se dedica a la cría de llamas; vacas y un poco de minería.Lo mejor de todo era la fauna porque aun si habíamos visto algunas llamas y vicuñas (llamas silvestres en vía de extinción) en Argentina, aquí parecían multiplicarse inesperadamente.


Laszlo tratando de montar una llama.




Otra de las paradas era el pueblo de San Antonio Viejo o mas conocido como el Pueblo Fantasma: la historia cuenta que en este antiguo pueblo a 4700 m.s.n.m (ah sí, se nos había olvidado decirles que en esta region el frío es tremendo) vivían varias familias felices en sus casas hechas de piedra, cerca de una montaña llena de oro y plata, hasta la famosa llegada del colonizador español atraído por las riquezas mineras de la zona. 
Como de costumbre, los habitantes locales fueron sometidos a trabajar gratuitamente para extraer todos los minerales y murieron rapidamente en las minas mientras que los colonizadores llevaban una vida de ricos: con muebles, vajillas, etc; todos hecho de oro y plata (hoy en día todavia queda una mesa hecha completamente en oro y una silla de plata en el pueblo cercano donde hy en día viven los descendantes de los mineros - pero no la muestran al público).
Luego que los españoles se fueran (al acabarse los recursos claro está) el pueblo fue abandonado y solo unos cuantos valientes se decidieron en 1990 a instalarse de nuevo en el lugar... pero lo abandonaron al cabo de unos meses...  al parecer el pueblo esta minado de fantasmas y almas en pena de los primeros habitantes que sufrieron durante la conquista.



Ahí entonces se pueden apreciar las dos construcciones, las antiguas y las mas recientes de 1990, pero sobre todo lo mas impresionantes son las viscachas, un animalito super cuchi que parece un conejo, salta tan alto como un canguro y tiene cola de ardilla!


Siguiente parada, la laguna Morejón



Y finalmente dormimos en Quetena Chico, otro pueblito que vive de la explotación de minerales de la zona, del borax (materia prima para detergentes) y de a cría de llamas.

Otra pequeña anécdota: el primer pueblo de la zona se llamaba Quetena Grande, regido por una gran familia. El gran patriarca mantenía a sus hijos bajo normas muy estrictas, entre ellas el contraer matrimonio exclusivamente con personas del pueblo. Uno de sus hijos estaba en desacuerdo con esta regla y defió al padre, que lo excomulgo del pueblo. Este hijo se fue entonces a una distancia prudente y fundo Quetena Chico, bajo normas mas flexibles que las de su padre. Y pronto Quetena Chico se convirtió en un pueblo mas prospero y avanzado que Quetena Grande. :)  

 

 

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