21 septiembre 2012

Potosi y su Cerro Rico

Después del paseo en el cementerio de trenes y de las despedidas llegamos a Uyuni, donde pensábamos dormir una noche... sin embargo, el poco encanto de la ciudad nos motivo a buscar un bus para irnos lo mas pronto posible.

A pesar de los comentarios negativos de los otros turistas, decidimos tomar un bus hacia Potosí, una ciudad en el centro de Bolivia con muchísima historia y que nos permitiría hacer una escala hacia nuestro próximo destino, Sucre.

El bus debía salir a las 6 y media de la tarde para llegar a Potosí a las 10 y media, pero tomamos un poco de retraso en la salida. El retraso, la sobre venta de boletos (había gente parada en los pasillos durante unas cuantas horas del trayecto) y las múltiples paradas en medio de la nada que hacia el conductor lograron sacar de sus casillas a nuestros compañeros de travesía, los que sin ningún problema se levantaron a pegarle golpes y gritos a la puerta del conductor llamándolo "tortuga, inepto, irresponsable, etc."... Así que el trayecto estuvo bastante "animado".

Al llegar a Potosí, decidimos tomar un taxi con otros dos turistas americanos que habíamos cruzado en el tour de uyuni hacia uno de los hostales que nos habían recomendado. Todo iba bien, hasta que en una de las mini calles de Potosí, el taxista se cruza con un chico en plena calle bastante borracho y decide tocarle corneta como un energúmeno para que se moviera.... el chico que no estaba solo se molesto y comenzaron a ofrecernos golpes hasta que los 4 le gritamos al taxista que se fuera! él como que quería pelear con los borrachos!
Por buena suerte el hostel era bueno y nos permitió recuperar fuerzas después del largo día en Uyuni.

Al día siguiente, decidimos ir a descubrir la ciudad y que maravillosa sorpresa nos llevamos, Potosí es hermosa una ciudad colonial que guarda aun el esplendor de su época colonial. Y es que en la colonia Potosí llego a estar entre las ciudades mas ricas del mundo! Potosí se encuentra a 4070 m.s.n.m. lo que nos dificultó muchísimo los paseos, la falta de oxígeno hacía que cada 15 minutos estuviéramos exhaustos.




otro maravilloso día peatonal en Potosí

Antes que nada, un poco de historia.... La leyenda cuenta que en 1544 el inca Diego Huallpa estaba paseando sus llamas cuando una de esta se perdió en la montaña, paso todo el día buscándola hasta que la noche cayó y tuvo que hacer una fogata para calentarse... al día siguiente Diego descubre que el calor de su fogata había fundido la plata y un espectáculo plateado se abre a sus ojos. Diego trata de esconder este descubrimiento de los españoles, quienes en quiebra estaban a la búsqueda incesante del Dorado para poder mantener su poderío, pero no lo logra, y cuando los españoles descubren este interesante tesoro inmediatamente ordenan en 1545 la explotación extensiva del mineral.
Se dice que los españoles extrajeron tanta plata que hubieran podido construir un puente entre América y Europa! miles y miles de toneladas salieron de Potosí, en forma de lingotes o monedas reales creadas en la casa de la moneda, todo esto gracias evidentemente primero a la mano de obra indígena gratuita y luego a la esclava traída desde África.

Por supuesto, las mejores familias españolas, en especial del país vasco, vinieron a instalarse a Potosí e hicieron fortuna. Como testimonio de aquella época quedan hoy en Potosí las 80 iglesias decoradas con plata, oro y piedras preciosas, algunos conventos, las casonas coloniales y la Casa de la Moneda.

el majestuoso Cerro Rico

 
Visitamos el convento de Santa Teresa un poco por casualidad y curiosidad y al final quedamos encantados. Este convento, construido en 1686, alberga la orden de las Carmelitas Descalzas, devotas a San José, una congregación de clausura que mantuvo sus estrictas reglas hasta casi 1950. La bella restauración del lugar está a cargo de una de las 7 hermanas que actualmente viven en el convento que es arquitecto.



En el siglo XVI las grandes familias de Potosí soñaban con enviar a sus segundas hijas a este convento, lo que era considerado un gesto muy católico y honorífico. A los 15 años, las niñas eran presentadas junto a una donación (dote equivalente a 125000 dolares actuales) al convento del que nunca mas saldrían.

parte de los dotes dados por las familias al convento
algunas novicias venían de familias tan ricas que éstas pagaban para que ellas pudieran tener un santuario personal donde rezar

 A partir de ese momento, las niñas pasarían por varias etapas de noviciado hasta la consagración final a partir de la cual debían portar el velo negro. Las actividades diarias se resumían a la oración, el estudio de los textos sagrados, la confección de dulces y los bordados a mano para los atuendos de sacerdotes, de las figuras santas en procesiones y artículos para celebrar la misa.

El convento tenia una capacidad limitada a 21 hermanas, así que solo la muerte de una de ellas podía permitir la entrada de una nueva postulante.

Cualquier contacto físico con el exterior estaba estrictamente prohibido, sin embargo las familias podían visitarlas siempre y cuando una hermana superior estuviera presente y todo esto a través de una reja y una pared que no permitiera el contacto visual, solo podían hablarse pero ni tocarse ni mirarse.

las ventanas estaban hechas de una piedra un poco translúcida
Para poder abastecerse de comida e insumos las hermanas podían hacer trueque a través de un torno instalado cerca de la cocina, de esta manera ellas podían cambiar dulces, bordados y jugos medicinales elaborados por ellas por otros alimentos de necesidad.

el torno por le que hacían el trueque

La  Casa de la Moneda es uno de los monumentos mas emblemáticos del rico pasado de la ciudad de Potosí (lo sentimos mucho pero nos quedamos sin batería en las dos cámaras así que no tenemos fotos propias, pero tomamos algunas prestadas de internet para ilustrar).

Al principio de la explotacion, la plata extraída del cerro Rico era fundida en unos hornos de piedra y arcilla llamados guairas que habían sido copiados a los indígenas; convertidas en lingotes y llevadas hacia la Casa de la Moneda en Lima. Pero en vista del gran volumen de mineral extraído, la corona española se vio en la necesidad de crear un centro de acuñación en Potosí. Se crea entonces en dos etapas este mega complejo de fundición y acuñación de monedas: una primera etapa en 1572 y una segunda en 1759. Contaba con varias cámaras de fundición, que no eran mas que salas cilíndricas donde tres indígenas fundían la plata en unos calderos con un fuego alimentado por leña y excremento de llama y de ovejas. Aquí se les extraía también las impurezas. El metal moldeado en lingotes aun caliente a mas de 1000 grados era llevado a la zona de laminación, donde otros indígenas lo pasaban por unos tornos de madera que eran alimentados por la fuerza de 4 mulas (ver esquema).
fuente: http://commons.wikimedia.org/wiki/File:Fuertes_lopez_potosi_1772.jpg?uselang=es
las grandes laminadoras alimentadas por la fuerza de las mulas en el piso de abajo

Una vez en laminas, las monedas eran acuñadas una a una con dos troqueles y un martillo.
Dato gracioso: al principio, las monedas era hechas de plata pura. Este metal puro es altamente maleable, parece casi plastilina. La gente había tomado entonces la mala costumbre de quedarse con un pedacito de plata cada vez que recibía una moneda. El rey furioso por tanto robo tomo dos medidas: mando a cambiar la formula para que las monedas fueran de aleaciones de plata mucho mas duras y ordeno que sobre una de las caras de la moneda se estamparan las iniciales del maestro fundidor. Los maestros fundidores debían enviar un muestra de cada lote mensual hacia España para verificación. Si la moneda no correspondía con la formula indicada, el responsable era decapitado por robo a la corona.

Luego de la ida de los colonizadores y a medida que la tecnología avanzo, se fueron adoptando nuevos métodos menos penibles y mas masivos para la elaboración de las monedas. Esta casa continuo funcionando hasta 1953, cuando Bolivia decide de importar sur monedas desde Chile. Triste final para una ciudad que proveió de plata al mundo entero.

La explotación del cerro Rico continua en nuestros días pero esta vez a través de un conjunto de cooperativas bolivianas. Los mineros sin embargo siguen trabajando en condiciones paupérrimas y la mayoria desarrolla enfermedades que los incapacitan a temprana edad. El lado bueno es que ahora las cooperativas estan mejor organizadas y los mineros cuentan con un seguro médico que les asegura una pensión en caso de enfermedad. Muchos turistas visitan las minas en tours organizados por antiguos mineros, primero visitas el mercado minero donde ellos compran cada mañana coca, dinamita, bebidas alcoholicas y cigarrilos; que les permiten resistir las condiciones extremas dentro de la mina. Nosotros decidimos no hacerlo, esa especie de "zoologico humano" nos pareció mas triste que interesante.

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